Pedro Escribano.

Las novias en el Perú no siempre se han casado de blanco u otros colores claros. Algunas veces, lo dice nuestra historia, las mujeres peruanas se casaron de negro, en señal de duelo por la catástrofe que sufrimos en la guerra con Chile.

La Biblioteca Nacional inaugura hoy en su galería principal una muestra que nos devuelve esas imagénes. Con el título Novias de blanco y negro en Lima, siglo XIX, ¿luto o moda?, presenta una galería de retratos realizados por los fotógrafos Eugenio Courret y Rafael Castillo.

La selección y presentación de las viejas pero bellas imágenes corresponden al investigador y fotógrafo Jason Mori Julca. La exposición, que es un tributo al amor, reúne aproximadamente cincuenta imágines.

Pero la muestra también servirá para advertir las diferencia de los trabajos de Courret y Castillo. El primero, presenta a “sus novias” es escenarios pomposos, elaborados, como exigía el estatus social de sus retratados, mientras que Catillo era más simple, directo. Sus fotografiados eran de clase media baja.

Novias de Lima, siglo XIX

Los historiadores y actualmente la obra teatral Sin título del grupo Yuyachkani nos recuerdan vivamente que después de la guerra de 1979 las novias desistieron de ir al altar de blanco. En la infausta guerra habían perdido a sus padres, hermanos y hasta novios, y la misma patria había quedado moribunda. Por ello, como una muestra de duelo, se casaban de negro (tal como se aprecia en las fotografías de Eugenio Courret y Rafael Castillo).

No era para menos, se había perdido el Huáscar, a Grau, y sus hombres se habían inmolado en defensa del Perú. Además, no solo se había perdido vidas humanas, sino también la provincia sureñasde Tarapacá.

Según anota Jorge Basadre, esta situación dramática causó un cambio repentino en la moda nupcial, pues de ser un acto privado se convirtió en una suerte de acto de protesta pública, de conciencia enlutada.

Sin embargo queda una duda. Se sabe que por la misma época en Europa las novias acudían al altar con vestidos de color chocolate u otros oscuros. Esa era una moda. ¿Acaso lo que ocurrió es que el gusto por los vestidos de novia negros llegó a nuestro país?

De allí la interrogante que existe en el título de la muestra: “¿luto o moda?”.

Seguro habrá argumentos a favor y en contra. La palabra la tienen los investigadores. Lo que le corresponde, amigo lector, es visitar la muestra y admirar las novias en este día del amor.

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